La Televisión Digital, en sus numerosas presentaciones, opera en base al aprovechamiento del espectro radioeléctrico o de los medios físicos de conexión para transmitir mucha más información de lo que se hacía analógicamente, mediante mecanismos de codificación de la imagen y el sonido que maximiza la calidad y la velocidad de recepción.
Así, el ancho de banda disponible se emplea para transmitir numerosos paquetes de información comprimida, en lugar de una señal sin comprimir que la ocupe toda. Un flujo de hasta 20 Mb puede contener 4 o 5 programas distintos, en un único canal de transmisión, sin contar con la retransmisión de información, que iría desde el aparato hacia la operadora.
Para ello la única incorporación a los televisores ordinarios necesaria es un decodificador, que interpreta y descomprime los paquetes de datos y recupera la señal directo al aparato de visualización.
https://www.itu.int/net/itunews/issues/2009/07/18-es.aspx
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